los niños gritan por la calle
y llevan los nombres de la vida apresando las bocas
conozco los pasos que no doy
porque alguien los ha dado por mí antes
llámese madre llámese amante llámese tirano
y los niños gritan y ríen y se caen y lloran
porque los han parido desde un lugar oscuro
y han hecho una luz a su alrededor
la conciencia se abruma ante el sonido de una nada
que aparece demasiado pronto
planea y bordea y amenaza
pero, yo, mi yo niña, cae, renace, se limpia las heridas con aire
y vuelve a caminar
los pies soportan los pesos
las manos acarician las tapas de los libros
y la garganta no emite ruidos porque se los ha tragado
miro el filo de la ventana
bebo de la piel ajena con la intensidad de la condenada a vida
y escribo a la luz de unos ojos medio vivos medio oscuros medio claros medio nada y medio él
él camina en el abismo y airea las penas al viento
las folclóricas mejillas demandando atención
mi yo, mi niña, mi yo mujer, mi yo niña camina rápido
porque la única verdad que le queda es pisar por los cristales
de los días sin él pero con ella
sin él pero sin ella
unos labios de mujer besados
unos labios de hombre árbol besados
unos labios de odio-odio-odio
unos gritos de niños por la calle
que amenazan vida a ratos
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